martes, 22 de marzo de 2011

Recuerdos

"A veces, para conseguir lo que queremos, tenemos que hacer cosas que no nos gustan".

 Recuerdos. Recuerdo momentos felices, tristes, agradables, amargos... recuerdo momentos con parejas que tuve en el pasado, personas con las que compartí abrazos, besos, caricias, sentirme protegido, sentía el calor de esas personas. Pero hoy, todo eso, son solo recuerdos, hoy el calor es frío, el cariño es amargura, la ternura es pena, la felicidad es tristeza. Hoy nada se parece a aquellos momentos, momentos en los que me rodeaban con los brazos y me miraban a los ojos con cariño, momentos con susurros al oído, momentos felices, pero hoy, nada de eso permanece en el presente, solo quedan los recuerdos.
Y a veces esos recuerdos son cuestionados, ¿realmente merecieron la pena? yo estoy casi seguro de que sí, que ahora no sea feliz no significa que no deba agradecer esos momentos en los que sí lo fui, pero, toda esa felicidad se derrumbaba cuando esas personas se iba, desaparecían. ¿A dónde va a parar todo el amor que falta por dar? quizás muere, desaparece. 
Quedan recuerdos de la infancia, unos terribles, otros muy buenos.. y tan buenos, quién diriía que hace 10 años yo era feliz con un castillo de playmobil, una gameboy color y un folio para dibujar.. ¿quién lo diría?.
Pero a partir de los 10 años, casi acabando la infancia, comenzando la adolescencia, surgen otras cuestiones, otras vías de entretenimiento, de bienestar.. surge la condenada AUTOESTIMA.
Siempre he considero mi autoestima nula, baja, débil, y a día de hoy, sigo careciendo de autoestima, pero tiene su motivo.. quién, con 11 años, soporta insultos de todo tipo, sobre todo, las de carácter físico. Físico, lo que determina gran parte de mi autoestima, y es que, yo, hasta que me operé a los 16 años, sufrí lo que son las "orejas de soplillo", muy poca gente entenderá lo que duele tenerlas, no dolor físico, sino psicológico, dolor emocional, ver como todo el mundo busca miles de formas de insultarte por unas orejas.. desde dumbo, a orejón, arepas.. soportar eso fue duro, y aun cuando me operé con 16 años, hace poco más ya de 1 año, sigo acarreando ese dolor traumático, que es la razón por la que me autocritico y me autodestruyo tanto.

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